Duración o tiempo de vida de una caldera
Dependiendo del fabricante, las calderas de vapor pirotubulares cuentan con una vida útil recomendada de unos 35 años (puede ser más o menos), dependiendo del cuidado y uso que se le haya dado durante su operación: ajustes periódicos de combustión y correcto tratamiento químico del agua de alimentación.
Desventaja o Ventaja de una caldera usada
Comprar una caldera de vapor usada puede tener algunas desventajas que conviene conocer antes de tomar una decisión. En este artículo, vamos a explicar algunas de las principales desventajas de las calderas de vapor usadas:
- Metalurgia
Principalmente nos enfocaremos en 3 elementos, el cuerpo de la caldera:
Cuerpo de la Caldera
A menor espesor, menor será la presión de operación que podrá soportar la caldera. Durante la vida de operación de la caldera, esta va perdiendo su espesor, principalmente en la entrada de agua y la salida de vapor. Una manera correcta de medir la presión que puede manejar una caldera usada es por medio de ensayos no destructivos, un método común por su costo es el ultrasonido, este se debe realizar en más de 55 puntos y siendo muy meticuloso en las zonas cercanas a la salida de vapor, alimentación de agua, pugas de nivel y purgas de fondo.
Hogar
Probablemente es el punto más crítico, ya que constantemente pasa por variaciones de temperatura cuando la caldera opera en el ciclo de apagado-alto fuego-medio-bajo-apagado. Esto ocasiona un estrés térmico por las constantes expansiones y contracciones durante los años, perdiendo así su elasticidad e incrementando drásticamente el riesgo a explosiones. Está de más mencionar que cuando este se recalienta por fallas, su vida se acorta drásticamente.
Placa Tubulares o Espejos
Estos se van deteriorando por temperaturas, fallas en el nivel de agua, cambio de tubos de fuego, entre otros. Durante el cambio de tubos (rentubado), cada extracción del viejo tubo y la soldadura de un nuevo tubo, van dañando la placa, aumentado el riesgo de la caldera.
- Corrosión e incrustación
El agua que circula por las calderas de vapor puede contener impurezas, sales u oxígeno que pueden provocar la formación de óxido o depósitos sobre las superficies metálicas. Estos fenómenos afectan negativamente a la transferencia de calor, la eficiencia y la vida útil de la caldera. Además, pueden causar fugas, roturas o explosiones si no se detectan y corrigen a tiempo. Las calderas de vapor usadas cuentan en menor o mayor % con corrosión e incrustaciones, debido al desgaste y al uso.
- Falta de garantía y servicio técnico
Las calderas de vapor usadas pueden presentar problemas o averías que no están cubiertos por una garantía o un servicio técnico. Esto puede suponer un riesgo para la seguridad y la continuidad del proceso, así como un mayor costo de reparación o sustitución.
- Baja eficiencia
Las calderas de vapor usadas pueden tener una menor eficiencia que las nuevas, debido a varios factores, como el diseño obsoleto, el tipo de quemador, el mal estado de los componentes, la falta de mantenimiento o la regulación inadecuada. Una baja eficiencia implica un mayor consumo de combustible y una mayor emisión de gases contaminantes. No es lo mismo el costo inicial que el de la vida de la caldera, es muy importante revisar el retorno de inversión por combustible.
- Otros costos
La póliza de seguro suele ser mayor mientras más vieja la caldera, la necesidad de nuevos componentes, las reparaciones, las paradas de planta y los costos asociados por sus mantenimiento y accidentes. Una reparación mayor es costosa, pero además no es recomendable, por como podrá observar de la lectura hasta el momento.
Lamentablemente, existen fallos en las calderas cuyas causas a veces son desconocidas, reservadas solo para su dueño original. Estas fallas pueden acortar significativamente su vida útil. En muchos casos, el usuario original, posiblemente por desconocimiento, asegurará que la caldera ha operado pocas horas, que su tratamiento de agua fue excelente, que siempre mantuvo niveles de agua adecuados y que su control funcionó perfectamente, entre otras afirmaciones que, lamentablemente, suelen ser incorrectas.
Si no se cuenta con presupuesto para la adquisición de una caldera nueva, es entendible que el cliente opte por una usada. Sin embargo, es esencial considerar los factores antes mencionados. Una caldera que luzca como nueva (con aislamiento y tubos nuevos, entre otros), o que se anuncie como tal, no necesariamente está en condiciones casi nuevas.
Tenemos calderas usadas en concesión o adquiridas por nosotros. Algunas se ofrecen en el estado en que las adquirimos, mientras que otras se someten a reparaciones o se les reemplazan componentes. Las que más recomendamos, ya sean reparadas o no, son aquellas que se sometieron a ensayos no destructivos para evaluar su estado con mayor precisión. También contamos con calderas nuevas a la venta.
Ya sea que deseen vender su antigua caldera o comprar una nueva, siempre recomendamos aprovechar nuestro servicio de análisis, que incluye ensayos no destructivos y una evaluación completa de la caldera y sus componentes.
(AC, comunicación personal, 2023).
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